Liderazgo uno a uno

Liderar como lo haría Jesús es liderar siguiéndolo a Él y motivando a otros a que también lo sigan. Hoy necesitamos volver a las dinámicas simples, profundas y transformadoras que producen los cambios profundos siguiendo a Jesús y haciendo que otros también los sigan.

En un mundo donde las complejidades y las distracciones son abundantes, el liderazgo efectivo a menudo se pierde en la maraña de técnicas y estrategias modernas. Sin embargo, hay un modelo de liderazgo que ha perdurado a lo largo de los siglos y sigue siendo relevante hoy en día: el liderazgo de Jesús.

Liderar siguiendo el ejemplo de Jesús implica más que simplemente adoptar sus enseñanzas; se trata de vivir y liderar de una manera que refleje su carácter y propósito. Jesús lideraba con humildad, compasión y un profundo amor por los demás. Su enfoque no era imponer su voluntad, sino inspirar y motivar a otros a seguir un camino de verdad y vida.

El liderazgo de Jesús se centraba en la relación uno a uno. Él dedicaba tiempo a conocer a las personas, entender sus necesidades y guiarlas personalmente. Este enfoque personalizado es lo que hacía su liderazgo tan transformador. Al motivar a otros a seguirlo, Jesús no solo les enseñaba, sino que también les mostraba cómo vivir una vida plena y significativa.

Hoy en día, necesitamos volver a estas dinámicas simples, profundas y transformadoras. En lugar de complicar el liderazgo con teorías y métodos sofisticados, debemos enfocarnos en lo esencial: la conexión humana y el impacto personal. Un liderazgo que se basa en la autenticidad y la empatía puede producir cambios profundos y duraderos en las vidas de las personas.

Reproducir la imagen de Cristo en nuestro liderazgo no es una tarea fácil, pero es una que vale la pena. Al seguir su ejemplo y motivar a otros a hacer lo mismo, podemos crear un entorno donde el liderazgo no solo se trata de dirigir, sino de transformar vidas. Volvamos a lo básico, a las dinámicas que realmente importan, y veamos cómo el liderazgo uno a uno puede cambiar el mundo.

¿A quién seguiré? ¿Y también debo guiar a otros?

Ahora, siguiendo el pensamiento de Ken Blanchard en su libro “liderando como Jesus” rescataremos algunos pensamientos claves. La sociedad actual requiere urgentemente un nuevo enfoque de liderazgo. Al revisar cualquier periódico, es posible observar numerosos casos de principios morales descuidados, lealtades quebrantadas, abusos y maniobras realizadas por individuos con autoridad e influencia. Los directivos de alto rango de las empresas abusan de los beneficios de sus cargos, lo que resulta en la bancarrota de los empleados y accionistas. Mientras tanto, los habitantes de las naciones menos desarrolladas sufren en condiciones de pobreza y desesperanza debido a la falta de liderazgo. Los líderes de las iglesias enfrentan crisis de integridad que comprometen a sus congregaciones, generando escepticismo y desilusión. Las relaciones familiares y personales se distancian del compromiso mutuo, convirtiéndose en escenarios de conflicto marcados por el egoísmo y la preocupación por los derechos individuales.
En cierto sentido, el patrón de liderazgo que frecuentemente las personas experimentan se resume en la percepción generalizada: “Solamente me intereso por mí mismo.”

En cualquier tipo de organización o institución, los incentivos económicos, el reconocimiento y la autoridad se incrementan a medida que se asciende en la jerarquía. La promoción personal y la protección propia son las principales motivaciones en el ámbito del liderazgo. Numerosos líderes se comportan como si las ovejas existieran exclusivamente en función del beneficio del pastor. En las relaciones interpersonales, las expectativas de liderazgo en términos de respeto mutuo, atención, altruismo y sinceridad suelen verse afectadas negativamente cuando el orgullo, el miedo y la indiferencia sustituyen la cercanía por el aislamiento. Esta es la noticia desfavorable.

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La noticia positiva es que existe una alternativa más favorable. Existe un modelo de liderazgo ideal en el que se puede depositar confianza. Esta persona se llama Jesús.
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Existe un método de liderazgo que es digno de Dios y que promueve la recuperación de la salud y la eficacia en las organizaciones y las relaciones. Es la manera en la que Jesús nos invita a seguir como líderes: ejerciendo el servicio en lugar de recibirlo.


Iniciando un nuevo camino

Al iniciar en esta nueva etapa de guiar como Jesús, usted deberá contestar a las siguientes tres preguntas fundamentales, las cuales serán abordadas en este capítulo.

• ¿Tengo cualidades de liderazgo?

• ¿Estoy preparado para seguir el ejemplo de Jesús como modelo a imitar?

• ¿Cómo puedo ejercer liderazgo de la misma manera que lo hacía Jesús?



¿Yo poseo las cualidades necesarias para ser considerado un líder?

El liderazgo se define como un proceso mediante el cual una persona ejerce influencia sobre otras. Cada vez que desee influir en el pensamiento, comportamiento o desarrollo de las personas para alcanzar una meta en sus vidas personales o profesionales, estará ejerciendo el rol de líder.

El liderazgo puede manifestarse de manera cercana al brindar palabras de consejo y ánimo a un ser querido, o de forma más formal al impartir instrucciones a través de canales de comunicación en una organización. El liderazgo puede fortalecer la personalidad y la autoestima en los niños, así como fomentar una mayor cercanía y satisfacción en las relaciones interpersonales. También puede implicar la distribución de recursos dentro de una organización con el fin de lograr un objetivo o tarea determinada.

¿Tengo cualidades de liderazgo?

El liderazgo se define como un proceso mediante el cual una persona ejerce influencia sobre otras para lograr objetivos comunes. Cada vez que desee influir en el pensamiento, comportamiento o desarrollo de las personas para alcanzar un objetivo en sus vidas personales o profesionales, estará desempeñando el rol de líder.

Cada una de las situaciones siguientes describe a una persona participando en un acto de liderazgo:

• Una madre con un niño en cualquier momento del día.

• Un amigo que se expone a la alienación social al enfrentar un dilema moral.

• Un directivo de una empresa que rechaza propuestas de información confidencial que podrían proporcionarle ventajas sobre sus competidores.

• Un oficial de la marina que instruye a sus tropas para llevar a cabo una maniobra arriesgada con el fin de alcanzar el éxito en su misión.

• Un esposo y su esposa que buscan llegar a un acuerdo mutuo en la administración de las finanzas cotidianas.

• Un docente que despierta la curiosidad en las mentes de sus estudiantes.

• Una enfermera de rehabilitación que gestiona con paciencia la frustración de un paciente que ha sufrido un accidente cerebrovascular.

• Un médico misionero que se rehúsa a abandonar a sus pacientes para evitar ser capturado por fuerzas enemigas.

• Un ministro que evita abordar asuntos polémicos para prevenir posibles rechazos.

• Un entrenador de secundaria que se niega a enfrentar a su mejor jugador cuando ha infringido el reglamento.

• Un adulto que brinda asesoramiento y orientación a sus progenitores de edad avanzada acerca de cómo mejorar su calidad de vida.

• Un paciente en fase terminal que muestra gracia, confianza, valentía y serenidad a sus familiares angustiados.

• Un funcionario público local que toma una postura impopular fundamentada en un principio.

• Un gobernante autoritario que amasa una gran fortuna mientras los habitantes de su nación sufren de desnutrición.

En esta lista se pueden observar dos aspectos claramente.

En primer lugar, cada una de estas personas es considerada un líder debido a su capacidad para impactar e influenciar a otros, ya sea de manera positiva o negativa.

La lista muestra que las acciones de ciertos líderes son detalladas, como en el caso de un dictador que acumula grandes riquezas, mientras que otras son más generales, como una madre con su hijo. Algunas acciones son públicas, como un oficial que toma una posición impopular, y otras son más discretas, como un pastor que evita abordar un tema controvertido. Las acciones de un líder que generan influencia no siempre son evidentes para los subordinados. También es posible ejercer influencia sobre individuos que no están abiertos a ser influenciados, como el ejecutivo que se niega a recibir información confidencial.

En segundo lugar, estos líderes están comprometidos en tomar una decisión personal sobre la forma y el propósito con el cual utilizarán su influencia. Es la misma elección que todos debemos hacer al influir en los demás: ¿buscamos servir o ser servidos? Si está buscando promocionarse o protegerse por sus motivaciones, utilizará su influencia con otras personas para satisfacer estas necesidades. Sin embargo, si sus acciones se orientan hacia el servicio y se dedican a una causa o relación específica, estará ejerciendo como un ejemplo a seguir y fomentando estos valores en los demás.

Al reflexionar sobre las distintas maneras en las que puede impactar en las acciones de los demás, notará que ejerce liderazgo en cualquier lugar donde se encuentre, no solo en el ámbito laboral. Ya sea que desempeñe roles como padre, esposo, miembro de la familia, amigo o ciudadano, o tenga una posición de liderazgo como alto ejecutivo, pastor, entrenador, maestro o gerente, usted ejerce influencia sobre los demás y es considerado un líder.

Al reflexionar sobre cómo podemos emular la guía de Jesús en nuestras diversas responsabilidades de liderazgo, es importante tener en cuenta la distinción entre el liderazgo en el ámbito personal y el liderazgo en las organizaciones o instituciones.

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